Lugar de nacimiento: Obejo, en la sierra de Córdoba. Residencia oficial en Valencia. Mantengo dos espacios de creación, uno en Valencia y otro en Huércal-Overa (Almería), cerca del mar y del espacio natural que inspira mi obra en la actualidad. En Madrid dispongo de una segunda residencia; esta ciudad, que me acoge desde hace décadas, mantiene vivo mi aprendizaje, gracias a sus museos y exposiciones.
Desde mi niñez me sentí atraído por el lenguaje de la pintura y este interés, o necesidad por expresarme a través de la imagen, solo fue creciendo hasta que en 1995 abro mi estudio de creación en el número 27 de la calle Cádiz de Valencia, en el barrio de Ruzafa.
En estos años de finales del siglo XX trabajo en mi primer proyecto: “La Canción de Peiwoh”, surgido del estudio de la estética taoísta, concretamente, de entender la importancia de la mirada introspectiva del artista en el momento de la creación.
Con el nuevo siglo, comienzo a forjar mi segundo proyecto de creación: “El silencio”, trabajo que se desarrolla en torno a la necesidad que tiene el individuo moderno de “inmersión en el silencio”, entendido como aquietamiento indispensable, distanciamiento de la luz cegadora y del ruido ambiental.
Con la crisis financiera del 2008 la actividad expositiva también cayó, pero no mi actividad que pasa a estar centrada en el espacio para la creación, taller y lugar de reflexión, así como en otra dimensión externa o pública, colaborando activamente en la transformación socio-cultural del barrio de Ruzafa de Valencia. Comienzo a participar en la bienal de puertas abiertas de talleres de artistas RUSSAFART y a colaborar con los actores de la incipiente actividad literaria con el primer libro LAB del taller de literatura con sede en IMPREVISUAL, entorno que fue germen para la creación de EDICIONES CONTRABANDO, editorial con la que también colaboré desde su nacimiento.
Otra rama del LAB creó la revista dadaísta CANIBAAL y posterior apertura de la LIBRERÍA + ESPACIO CREATIVO LE PETIT CANIBAAL; para ellos hice algunas actuaciones performáticas y en sus páginas publiqué algunas de mis obras dadaístas de 1980.
En el taller, y paralela a esta actividad externa, mi producción pictórica no cesó. Nace una nueva serie, “Oscuridad Primordial”, apoyada en el MANIFIESTO homónimo en el que justifico mi forma de obrar, presentándolo al público en RUSSAFART-2016.
Mezclado con toda esta actividad aparecen las primeras obras de la serie “NO-LUGAR”, que absorbe parte del espíritu del MANIFIESTO DE LA OSCURIDAD PRIMORDIAL e influencias dadaístas en sus inicios, pero que con el tiempo se resuelve en una suerte de “paisaje creado” que emerge de mi realidad interior tras la vivencia física y cultural del espacio natural y su historia, sin duda un paisaje metafísico que aún evoluciona.
Miguel García Cano
No me interesa el arte cosmético, que enmascara y oculta la realidad. Mis paisajes surgen de la vivencia interior tras la relación física y cultural con el espacio natural y su experiencia histórica, que sólo se pueden habitar “hacia dentro”. Pretendo cuestionar el dogma donde quiera que aparezca, sea religioso, político o filovanguardista.
